El proyecto más importante de mi vida

En estos momentos me debato entre la incredulidad y la alegría más grande del universo. Hace mucho que me presenté, junto con mi chico, como voluntaria para el proyecto Mars One...

Para l@s que no lo conozcan haré un pequeño resumen del proyecto para que podáis haceros una idea de la emoción que me embarga mientras escribo estas líneas. He sido seleccionada para viajar al planeta rojo en 2025 y, aunque es un viaje sin retorno, para nosotros será una experiencia increíble que además podremos vivir juntos.

Uno de los sueños de la humanidad es la conquista del espacio y la exploración de otros planetas. Con el objetivo de colonizar Marte nace la misión Mars One para la que se presentaron voluntarias más de 78.000 personas de todo el mundo. Tengo el orgullo de encontrarme entre los seleccionados que, después de más de un año de entrenamientos, hemos sido confirmados como colonos marcianos.

Desde mediados de enero de 2014 pasaré a la segunda fase del programa. Entrenamientos más intensos y formación tecnológica y de supervivencia, así como preparación psicológica para enfrentarnos a la distancia y a la posibilidad de un encuentro alienígena. A partir de 2016 empezarán a llegar provisiones a Marte a bordo de las naves Red Drangon no tripuladas (podéis ver una recreación en la imagen sobre estas líneas). Después de dos años de aprovisionamiento, en 2018, se enviará un vehículo robotizado para explorar la superficie del planeta. Parte del entrenamiento, según me han informado, consistirá en manejar el vehículo desde la tierra para que nos familiaricemos con el entorno y localizar el emplazamiento de la base.

Ya en 2021 se enviarán los módulos habitables. Antes de su envío podremos personalizarlos a nuestro gusto para evitar sentir morriña en la medida de lo posible. Hay que tener en cuenta que son 80 millones de kilómetros los que nos separarán de la Tierra.  Los creadores y desarrolladores del proyecto Paul Römer y el premio Nobel Gerard 't Hooft, entre otros, nos han asegurado que podremos alcanzar altos niveles de confort en nuestra residencia marciana.

El 14 de septiembre de 2022 partirá hacia Marte el primer humano que llegará a su destino 10 meses después. En 2025 me despediré de tod@s vosotr@s y de la Tierra y seremos nosotros los que partamos hacia el planeta rojo.

Si habéis llegado hasta aquí leyendo con atención... ¡¡INOCENTES!! Obviamente esto es una broma. No sólo porque no creo que hubiéramos pasado las pruebas en caso de participar sino porque el proyecto, aunque muy romántico, es claramente irrealizable tal y como está planteado. Y aquí van unos pocos datos técnicos:

 - Para hacer el viaje hace falta un cohete del tipo Falcon Heavy, un monstruo de 70 metros de altura y 1400 toneladas de peso. El cohete existe pero todavía no lo han probado.
 - Para el transporte de personas harían falta naves Red Dragon tripuladas que todavía están en fase de diseño.
 - No hay previsión de como alimentar o proporcionar oxígeno a los colonos durante su viaje.
 - El campamento propuesto pesaría unas 300 toneladas y en cada viaje sólo se podrían transportar entre 3 y 5 toneladas con naves que nunca volverían. Demasiadas naves y demasiados viajes...

Si os ha gustado el proyecto y queréis saber más acerca de él podéis visitar: www.mars-one.com Por lo demás espero que os haya gustado la inocentada y que no me guardéis rencor. A mi personalmente me encanta el espacio y si fuera realizable me lo pensaría más de dos veces. ¿Os gustaría viajar a Marte aunque fuese sólo ida? ¿Conocíais el proyecto Mars One? Pasad unas Felices Fiestas. Nos leemos. Besiños.

Fuentes: La Aldea Irreductible, Eureka, NASA, Mars One. Edición de fotografía: Miguel Durán.